Liderazgo en el Ámbito Médico

¿Qué viene a tu mente cuando te mencionan la palabra “liderazgo”?

Normalmente pensamos en figuras icónicas como Mandela o la Madre Teresa, pero rara vez lo asociamos con alguien que simplemente nos abrió el portón de acceso al condominio, ¿verdad? A menudo, vinculamos el liderazgo con puestos de alto rango en el gobierno o con individuos que se destacan en los medios sociales.

La definición convencional de líder, según la Real Academia, hace referencia a quien dirige u orienta a otro, Sin embargo, el liderazgo va mucho más allá de la mera “fama” y reconocimiento; implica influir en otros de manera significativa, esto significa que encontramos líderes en diversos contextos, desde el amable chofer de autobús, que nos saluda con una sonrisa a pesar de las noticias desalentadoras del día, hasta figuras como Nayib Bukele, el presidente de El Salvador, que ha causado un impacto en múltiples esferas sociales. Ambos lideran porque eligen ir más allá de lo esperado.

Si nos sumergimos en esta perspectiva, hallamos ejemplos de liderazgo en todas partes. Por ejemplo, recordemos la película “Patch Adams”. ¿Recuerdas cómo desafiaba constantemente diferentes formas de pensar? Y a pesar de ello, no solo defendía sus puntos de vista sobre derechos humanos, sino que también lograba persuadir a otros a unirse a su causa. Esto ejemplifica la capacidad del liderazgo para transmitir ideas y moldear la opinión de los demás.

Reflexión y Cambio: Los Pilares del Liderazgo

Simon Sinek, autor, conferencista y experto en liderazgo y comunicación, promueve un enfoque del liderazgo arraigado en valores y propósito. En una de sus charlas, comparte la historia de Ignaz Semmelweis, un médico del siglo XIX que notó altas tasas de mortalidad en un hospital donde los médicos no se lavaban las manos antes de atender a los pacientes, a diferencia de las parteras que sí lo hacían. A pesar de la resistencia y el escepticismo, este médico persistió en su convicción. Décadas después, la introducción del lavado de manos redujo drásticamente las tasas de mortalidad.

Esta anécdota enfatiza la importancia de un liderazgo centrado en la seguridad y la adaptación, y resalta cómo la resistencia al cambio puede tener consecuencias significativas en términos de vidas y bienestar. ¿Te imaginas? Algunos médicos simplemente no creían que el lavado de manos fuera crucial. Esta historia ejemplifica cuán arraigados pueden estar los hábitos y las creencias, incluso cuando pueden poner en peligro la vida de las personas.

En ocasiones, la mera aceptación nos otorga un sentido de pertenencia que puede limitarnos de explorar nuevas vías. Quienes desafían la norma, aquellos que trabajan por cambiar prácticas que podrían mejorarse, son los verdaderos líderes.

Earl Nightingale, autor y orador motivacional, conocido por su trabajo en desarrollo personal y liderazgo afirmaba: “El problema del hombre es que simplemente no piensa”. Con estas palabras, Nightingale subraya la relevancia de la reflexión y la toma consciente de decisiones en nuestras vidas. Además, resalta cómo desde una edad temprana seguimos órdenes sin muchas oportunidades para pensar y, mucho menos, para innovar. Nos hemos acostumbrado a obedecer sin cuestionar la validez de nuestras acciones.

Esta historia nos indica la tendencia a seguir prácticas por inercia. Durante años, una familia solía cortar los extremos del pollo antes de cocinarlo, siguiendo una tradición que se transmitía de generación en generación. Sin embargo, cuando la nieta más joven cuestionó el propósito de este acto, descubrió que se originó en la necesidad de acomodar un pollo en una olla pequeña. A pesar de que la necesidad había desaparecido, la tradición persistía y se continuó desperdiciando una parte del pollo sin cuestionar el porqué.

Expande los límites de tu Liderazgo

Así como afirmaba Nightingale, muchas veces evitamos pensar. Esta historia refleja cómo la tradición puede limitar nuestra capacidad de cuestionar acciones que seguimos de manera automática. Entonces, ¿qué puedes hacer? Muchas de tus acciones se rigen por costumbre, tradición o indicación ajena. Te invitamos a considerar lo siguiente:

  • ¿Estás utilizando la manera más eficiente para llegar a tu trabajo y guiar a tu equipo?
  • ¿Qué aspectos podrían ser mejorados en la experiencia de tus pacientes bajo tu liderazgo?
  • ¿Has considerado estandarizar ciertos procesos para asegurar resultados óptimos en tu entorno de trabajo?
  • ¿Te tomas el tiempo para cuestionar tus acciones diarias o te limitas a seguir hábitos sin reflexionar sobre ellos?

No es necesario convertirse en un líder revolucionario en un día, ni reinventar procedimientos médicos. Pequeñas acciones pueden marcar la diferencia. Ser líder radica en cuestionar la norma y buscar formas de mejora:

  • ¿Cómo podrías ser un modelo ejemplar en tu campo?
  • ¿Cómo podrías contribuir a tu comunidad médica?
  • ¿Cómo podrías influir positivamente en la experiencia de los pacientes y sus familias?

Recuerda, el límite lo pones tú. El liderazgo se encuentra en las decisiones y acciones cotidianas. Desde lo más pequeño hasta lo más grande, puedes ejercer un liderazgo positivo en tu entorno.