Comunicación empática: la clave para conectar con tus pacientes

La comunicación empática es una herramienta valiosa en cualquier ambiente de trabajo o ámbito social. La empatía se define como la capacidad de ver el mundo a través de los ojos de otra persona.

Este tipo de comunicación se caracteriza por tener 2 elementos claves: la compresión y la escucha activa.

La compresión empática es, donde enfocamos la atención en cómo nuestro interlocutor, en este caso tu paciente está hablando. El foco de atención se centra en los matices emocionales de la conversación. Y la escucha activa es tener la atención plenamente enfocada en quien habla, por lo tanto, no es oír a la persona, sino estar totalmente concentrados en el mensaje que el paciente nos intenta comunicar.

Una de las quejas más comunes de los pacientes es, que cada vez más los profesionales del área de la salud, son menos empáticos y que los visualizan como un número y no como una persona. La mayoría de los pacientes quiere un doctor empático, que lejos de solo prescribir medicamentos también le escuche y comprenda su condición.

La clave para no ser clasificado como un profesional sin empatía, es establecer una conexión cognitiva y emocional con la situación del paciente, comprender su perspectiva y sentimientos, para luego comunicarle ese entendimiento al paciente.

El impacto de la empatía es enorme, en algunos casos los pacientes se recuperan más rápido, aceptan con más facilidad los tratamientos y se sienten más capaces de afrontar sus patologías, al contar con un profesional que le acompañe empáticamente.

Es comprensible que a veces el sistema limite a los profesionales de la salud de atender a sus pacientes como desearían, pero tomar la empatía como herramienta diaria para atender, te traerá muchos beneficios.

¿Qué hay que hacer para empatizar?

  • Primero buenos modales, saludar y presentarse con buena actitud es importante.
  •  Mostrarse cordial y tranquilo.
  • Practicar una escucha activa, al preguntarle al paciente el motivo de la consulta.
  • Estar atentos a sus inquietudes.
  • Evitar los tecnicismos y explicarle al paciente de modo inteligible.

Esta es la clave, para poder mantener a los pacientes fieles a tus servicios a través del tiempo y conectar más allá en base la compresión y el respeto.