Bajar la ansiedad de los pacientes en la clínica es un aspecto importante del día a día de un médico, sobre todo en los tiempos actuales de COVID-19, en el que el riesgo de contagio es mucho más alto y todos tienen miedo de salir de casa.
Hay casos en los que un paciente puede presentar una gripe simple y creer que se trata de algo más, o creer que la clínica podría ser una fuente de riesgo y enfermedad.
Como profesionales, somos conscientes de que esta percepción es errónea y puede afectar el bienestar de nuestros pacientes, así como la reputación y la de la clínica. Por suerte, con un buen trabajo en equipo y con preparación, existen varias técnicas que puedes aplicar para bajar la ansiedad de tus pacientes en la clínica durante los tiempos del COVID-19.
Los grados de ansiedad y cómo bajar la ansiedad de tus pacientes
La ansiedad es un sentimiento fuerte que afecta emocionalmente a las personas, y esta puede presentar un gran inconveniente dentro de la clínica. La reacción de un paciente, su receptividad y su sensibilidad al dolor van a variar dependiendo de su nivel de ansiedad, pudiendo estas agravarse en estados de ansiedad más severos.
Antes de continuar, debemos entender dos conceptos importantes en la psicología:
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Ansiedad: es un estado mental que produce una reacción emocional infundada en la percepción o anticipación de una amenaza. La ansiedad suele caracterizarse por angustia, sudoración, inquietud y malestar.
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Temor: este se produce ante situaciones de real peligro que el paciente considere le puede traer efectos extremadamente negativos.
Hay que tener en cuenta que la ansiedad puede producirse aunque la situación no lo justifique, por lo tanto el paciente está pasando por una verdadera situación de angustia al sentir ansiedad en la clínica y ante el posible riesgo de COVID-19.
Existen tres distintos grados de ansiedad:
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Ansiedad adaptativa :esta se produce cuando nos enfrentamos a situaciones nuevas o desconocidas. Esta ansiedad es común y casi un instinto natural, preparándonos para enfrentar cualquier reto.
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Ansiedad media-alta: esta suele ser controlable, aunque limita la capacidad de adaptación y sigue generando más ansiedad de lo que en realidad amerita la situación.
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Ansiedad incapacitante: en este grado, la persona siente una ansiedad tan alta que queda totalmente bloqueada, se siente incapaz de enfrentar la situación y la evita a toda costa. Se puede comparar de cerca con la fobia.
Bajar la ansiedad de tus pacientes dentro de una clínica es posible a través de habilidades de equipo y cooperación cuando este presenta ansiedad leve o moderada.
Técnicas para bajar la ansiedad de tus pacientes cuando nos visitan a la clínica
Una vez aprendemos a identificar la ansiedad en un paciente, se pueden poner en proceso los siguientes métodos:
Atención rápida
No hay nada que suba más la ansiedad que la anticipación. Cuando el paciente pasa mucho tiempo esperando, este puede desarrollar una ansiedad alta al no saber lo que le espera o al sentirse expuesto a enfermedades como el COVID-19. Lo ideal es establecer tiempos de espera cortos, o implementar un sistema de citas para no recibir a más de dos pacientes a la vez en la clínica.
Comunicación verbal y no-verbal
La mejor forma de bajar la ansiedad de tus pacientes cuando nos visitan a la clínica es a través de la comunicación. Cuando se está en el ambiente de trabajo, lo ideal es que como profesionales no demos indicaciones de ningún tipo que puedan asustar al paciente.
Por ejemplo, señales de aburrimiento, miradas entre el equipo o reacciones bruscas le darán sensaciones de incertidumbre e intranquilidad al paciente.
Información
Si se trata de un posible paciente de COVID-19, la información es el aspecto más importante, principalmente asegurándoles que siguiendo el tratamiento indicado, todo estará bien.
Para bajar la ansiedad de tus pacientes (tanto regulares como posibles casos de COVID-19) efectivamente, informales sobre lo que va a pasar, los posibles dolores y molestias que puede sentir, el nivel de los mismos, por cuanto tiempo, etc. Preguntar por consentimiento en cuanto a tratamientos y procedimientos es necesario. Si se usa un instrumento, informarle sobre su función.
Lo ideal es no dejar solo al paciente, y no hablamos solo de la proximidad física. Mantenerlo al corriente y educarlo sobre el proceso de tratamiento y diagnóstico y hacer sugerencias durante el mismo los tranquiliza y les brinda seguridad al saber que tienen conocimiento y cierto control sobre lo que está pasando.
Distracción
La distracción ha sido utilizada por muchos cuando se trata de hacer frente a emociones fuertes. Consideramos que para generar confianza y bajar la ansiedad de tus pacientes en la clínica el humor es muy efectivo.
Ofrecer gestos y palabras amables, y hacer uso de las sonrisas y chistes genera tranquilidad y le resta peso a la situación. Bromear ocasionalmente le mostrará al paciente que la situación no es tan grave como su cerebro le hace creer, y crea un lazo con médico-paciente al mismo tiempo.
Además, también puedes distraerlo con temas mundanos y alejados de la situación, como preguntado por sus hijos, su trabajo, pasatiempos, etc.